El noviazgo más completo que he podido tener, ha sido con Carlos; y al decir más completo me refiero a que con él sentí casi todas las emociones que se puede sentir cuando uno tristemente piensa que ha encontrado a LA persona, y es triste; aún cuando fue de lo más genial…
En resumidas cuentas: drama, drama, drama. (Drama adolescente, I know ¬¬ )
Yo a él lo conocí en un chat… “Hola, yo vivo en Metepec” me escribió; iniciando así nuestra primera conversación, lo agregué al Messenger y empezamos a platicar. Durante algunas semanas fue así, suponiendo que algún día de esos nos conoceríamos, y que algún día anterior al GRAN suceso uno llamaría por teléfono al otro, para por lo menos, tener un contacto más personal. Al final de, literalmente, casi todas nuestras conversaciones me juraba y perjuraba iba a ser el primero en llamar, y jamás llamaba…
Un sábado mi mejor amiga hizo una fiesta para celebrar sus 18 años, yo por supuesto fui- tomé demasiado y no precisamente me embriagué, por que sólo fueron piñas coladas, y aguas locas… lo único que provocan, son un gran y a decir verdad, de lo más genial mareo.
Llegando a casa me sentía de lujo, mareado y sin algo qué hacer, era muy temprano para ir a la cama. Y ¡PAS!: ¡¿por qué no llamarle?! Y ajá, fui el primero en llamar, marqué varias veces, pero no contestaba; la última oportunidad le daba para yo dejar de marcar… hasta que contestó. Platicamos poco más de una hora y decidimos que el jueves, 12 de septiembre, sería el día del GRAN suceso.
Llegó el jueves, él fue por mí a mi casa… y tuvimos la primera cita – y esa cita, ha sido la más encantadora que he tenido en mi vida, una cita de adolescentes pero con un final romántico casi de película de adolescentes =D (Post de alguna otra ocasión)
Nos hicimos novios ese mismo día…
“Típico Burgués de Metepec”, yo le decía… ¡por que sencillamente lo es! Vive en Metepec, a pocos pasos de Galerías Metepec, va en un colegio de ricachones, es ricachón… y trabaja en Galerías… ¡por una apuesta!: Típico-Burgués-de-Metepec.
La primera semana de novios, fue como la semana donde no me creía que tenía novio- estaba en un limbo donde todo era mágico y palabras bonitas, donde todo marchaba como queríamos y como soñaba sería el noviazgo. Me contaba sus cosas, yo intentaba contarle las mías… le contaba a mis amigas, y se alegraban por mí. Era perfecto, muy perfecto…
La primera riña emocional vino, inevitable y MUY dramática, lloramos y lloramos y nos reconciliamos; es tan estúpido ahora que lo recuerdo, pero tan estúpido- pero al mismo tiempo tan genuino, tan real… y no puedo creer que haya pasado, y no puedo creer que no puedo siquiera recordar por qué pasó; lo único a mi memoria es la frase: “necesitamos pensar mejor las cosas, y pensar lo que de verdad quieres…” él me dijo, pero no resistí y le llamé casi instantáneamente para no “perderlo”, fue tan tonto… por que fue como a una o dos semanas de ser novios.
Seguían los días y los días, él en la escuela, yo en la mía; él en sus asuntos yo en los míos… y él único contacto para esos días fue gracias al teléfono – conversaciones casi diarias para no perdernos de nada, como si vernos y tener contacto físico no fuera siquiera importante… esto del contacto por teléfono fue tan grande e importante que nos llevó a pensar y analizar si de verdad era un noviazgo, si de verdad valía la pena seguir con esto; en una herida existencial se convirtió- pero seguía sin importar demasiado… apenas cumpliríamos un mes.
El mes llegó, y la costumbre se hizo presente … me llamó por teléfono y comenzamos a platicar, fue raro por que pasaba de media noche; “Hoy… hoy cumplimos un mes” me dijo, a pocos minutos de empezar el día- el 12 de octubre era. Y aunque haya sido por teléfono celebrar nuestro primer mes como novios… no importó, de verdad que no; saber que le importaba y él me importaba a mí fue más que suficiente. Esa llamada fue un detalle bastante hermoso.
Conforme pasó el tiempo, pasé de “intentar” contarle mis cosas, a contárselas; aprendí muchas cosas de él, nos comenzamos a querer; él me aceptó en su vida y yo en la suya y ese querer se hacía más grande y más intenso; es inexplicable cómo se fue dando, sólo pasó y por primera vez sentí que estaba haciendo lo correcto, no apresurándome y aprendiendo cada día, de él y con él… de la mano, los dos.
El 17 de octubre les afirmé a mis papás mi homosexualidad, y evidentemente a él, a Carlos, fue al primero que le conté; no me pasó por la cabeza su reacción, nunca me imaginé que se emocionaría tanto, y es que de verdad y no miento- es la persona que más se apoyó y más se emocionó (más que yo mismo) por esa noticia, y por cualquier otra noticia sobre mí, en TODA MI VIDA; jamás olvidaré su reacción, jamás… gritó, se emocionó tanto que salió de su boca un Te Amo, y lo ocultó cuidando sus palabras siguientes… pero lo dijo, y lo sintió de verdad. No es de esas personas que dicen cosas, sólo por decirlas… es tan apasionado y tan sincero, tan genuino, por eso lo quise tantísimo; jamás dijo algo sin haberlo sentido así.
Siempre me antepuso, prefirió mi estabilidad a la de él, jamás fue egoísta y siempre fui su Primero… aunque siempre coincidimos que no éramos prioridad el uno del otro; ser su novio no era comparable a la escuela o familia, era diferente- para no ser preferente del noviazgo.
Después de un tiempo, pasamos de querernos, a amarnos… y ríanse de mí, no me importa, ¡lo amé! como a ningún otro, como jamás me he sentido; era una fuerza tan increíble – me permitió, por un breve lapso de tiempo, ser enteramente feliz.
Era noviembre, mi cumpleaños se acercaba lentamente- tenía novio, al cual amaba y estoy seguro él igual, siempre lo demostró; tenía todo prácticamente… pero las cosas ya no andaban bien, nos dimos cuenta que ese contacto físico ERA importante, que llamadas bobas a media noche no resolvían ese problema, que aunque teníamos toda la comunicación necesaria, no nos teníamos el uno al otro… contadas veces fueron las que estuvimos juntos, frente a frente… y excepcionalmente maravillosas, pero no bastaron…
¡¿Qué carajo nos ocurría?!
Y terminamos, sólo por que no nos veíamos… varias “reconciliaciones” después, terminamos… así.
El mundo se me vino encima, la depresión y las emociones me acecharon y me comieron entero, mis ojos ya no servían para llorar, y no quería llorar… pero lloré tanto, y por cualquier cosa que me recordaba a él, CUALQUIER COSA… me hundí.
Semanas después… ¿qué podía yo hacer? Nada… me resigné a no ser parte de él.
Poco a poco se me pasó, y me sentí bien; como que se me olvidó cómo terminamos y se me olvidó todo el llanto; más no se me olvidó ÉL. Todo el drama desapareció de mi vida y empecé a ser yo mismo, sin un novio…
En enero le llamé; me contó que ya andaba con alguien más… evidentemente me sentí miserable, pero lo dejé pasar – y se me pasó.
En ese mismo enero conocí a David. En agosto entré a la Universidad y todo volvió a iniciar, de Carlos sólo me quedaba un bonito recuerdo, muy bonito; no más odio ni más rencor después de haber terminado con él, no más llanto por él… todo era nuevo otra vez.
Una semana después de iniciar la Universidad, me reencontré con él – fue por mí a la Facultad, fuimos a tomar café al Starbucks ¬¬ y me llevó a mi casa. Platicando pensé que me pediría volver, casi un año después de habernos conocido, volver a intentarlo y ser felices y todo lo demás; me emocioné, nos abrazamos y por un segundo: ¡sí! Desee ser su novio otra vez… pero no ocurrió.
Casi a media noche, cuando ya debía entrar a casa (después de todo era día de escuela, no podía entrar tan tarde a casa) nos besamos, en la radio estaba In My Place, de Coldplay… fue mágico. Créanlo o no, lo fue – decir que fue mágico no es sólo un intento de enriquecer esto y que suene más romántico, de verdad fue mágico.
Un beso de despedida…
Después de eso me pidió perdón, perdón por todo lo que yo sufrí, perdón por lo que me hizo pensar, perdón por todo… nuevamente, me antepuso a mí; real, eso es lo que fue, no fue pura palabrería suya… –“Perdóname…”
En ese instante recordé que sí, que lo odié después de haber terminado, estaba tan ardido y enojado con él… –“Aaah, ¡sí! Te odié ^^“. Pero después de un año, ¿odiarlo? ¡¿Para qué?! Ya ni lo recordaba =D sólo en ese momento que me pidió perdón.
A la media noche se fue, y desde entonces no lo he visto; tuvimos uno que otro contacto después y me felicitó cuando mi cumpleaños… hemos tenido una relación post-noviazgo bastante cordial.
¿Volvería con él?
Absolutamente, pero ahora ya no está en mis planes, no lo extraño, no lo amo, no lo olvido… es ÉL; no descarto alguna remota posibilidad de intentarlo otra vez, pero no es un deseo mío.
Carlos, Carlos, Carlos – la persona a la que hasta ahora he querido más. No es un concurso para ver a quien quiero más; pero él, por sobre todas las cosas tiene ese puesto en mi vida y en mis recuerdos.
Te quiero tantísimo, Carlos Contreras…
En resumidas cuentas: drama, drama, drama. (Drama adolescente, I know ¬¬ )
Yo a él lo conocí en un chat… “Hola, yo vivo en Metepec” me escribió; iniciando así nuestra primera conversación, lo agregué al Messenger y empezamos a platicar. Durante algunas semanas fue así, suponiendo que algún día de esos nos conoceríamos, y que algún día anterior al GRAN suceso uno llamaría por teléfono al otro, para por lo menos, tener un contacto más personal. Al final de, literalmente, casi todas nuestras conversaciones me juraba y perjuraba iba a ser el primero en llamar, y jamás llamaba…
Un sábado mi mejor amiga hizo una fiesta para celebrar sus 18 años, yo por supuesto fui- tomé demasiado y no precisamente me embriagué, por que sólo fueron piñas coladas, y aguas locas… lo único que provocan, son un gran y a decir verdad, de lo más genial mareo.
Llegando a casa me sentía de lujo, mareado y sin algo qué hacer, era muy temprano para ir a la cama. Y ¡PAS!: ¡¿por qué no llamarle?! Y ajá, fui el primero en llamar, marqué varias veces, pero no contestaba; la última oportunidad le daba para yo dejar de marcar… hasta que contestó. Platicamos poco más de una hora y decidimos que el jueves, 12 de septiembre, sería el día del GRAN suceso.
Llegó el jueves, él fue por mí a mi casa… y tuvimos la primera cita – y esa cita, ha sido la más encantadora que he tenido en mi vida, una cita de adolescentes pero con un final romántico casi de película de adolescentes =D (Post de alguna otra ocasión)
Nos hicimos novios ese mismo día…
“Típico Burgués de Metepec”, yo le decía… ¡por que sencillamente lo es! Vive en Metepec, a pocos pasos de Galerías Metepec, va en un colegio de ricachones, es ricachón… y trabaja en Galerías… ¡por una apuesta!: Típico-Burgués-de-Metepec.
La primera semana de novios, fue como la semana donde no me creía que tenía novio- estaba en un limbo donde todo era mágico y palabras bonitas, donde todo marchaba como queríamos y como soñaba sería el noviazgo. Me contaba sus cosas, yo intentaba contarle las mías… le contaba a mis amigas, y se alegraban por mí. Era perfecto, muy perfecto…
La primera riña emocional vino, inevitable y MUY dramática, lloramos y lloramos y nos reconciliamos; es tan estúpido ahora que lo recuerdo, pero tan estúpido- pero al mismo tiempo tan genuino, tan real… y no puedo creer que haya pasado, y no puedo creer que no puedo siquiera recordar por qué pasó; lo único a mi memoria es la frase: “necesitamos pensar mejor las cosas, y pensar lo que de verdad quieres…” él me dijo, pero no resistí y le llamé casi instantáneamente para no “perderlo”, fue tan tonto… por que fue como a una o dos semanas de ser novios.
Seguían los días y los días, él en la escuela, yo en la mía; él en sus asuntos yo en los míos… y él único contacto para esos días fue gracias al teléfono – conversaciones casi diarias para no perdernos de nada, como si vernos y tener contacto físico no fuera siquiera importante… esto del contacto por teléfono fue tan grande e importante que nos llevó a pensar y analizar si de verdad era un noviazgo, si de verdad valía la pena seguir con esto; en una herida existencial se convirtió- pero seguía sin importar demasiado… apenas cumpliríamos un mes.
El mes llegó, y la costumbre se hizo presente … me llamó por teléfono y comenzamos a platicar, fue raro por que pasaba de media noche; “Hoy… hoy cumplimos un mes” me dijo, a pocos minutos de empezar el día- el 12 de octubre era. Y aunque haya sido por teléfono celebrar nuestro primer mes como novios… no importó, de verdad que no; saber que le importaba y él me importaba a mí fue más que suficiente. Esa llamada fue un detalle bastante hermoso.
Conforme pasó el tiempo, pasé de “intentar” contarle mis cosas, a contárselas; aprendí muchas cosas de él, nos comenzamos a querer; él me aceptó en su vida y yo en la suya y ese querer se hacía más grande y más intenso; es inexplicable cómo se fue dando, sólo pasó y por primera vez sentí que estaba haciendo lo correcto, no apresurándome y aprendiendo cada día, de él y con él… de la mano, los dos.
El 17 de octubre les afirmé a mis papás mi homosexualidad, y evidentemente a él, a Carlos, fue al primero que le conté; no me pasó por la cabeza su reacción, nunca me imaginé que se emocionaría tanto, y es que de verdad y no miento- es la persona que más se apoyó y más se emocionó (más que yo mismo) por esa noticia, y por cualquier otra noticia sobre mí, en TODA MI VIDA; jamás olvidaré su reacción, jamás… gritó, se emocionó tanto que salió de su boca un Te Amo, y lo ocultó cuidando sus palabras siguientes… pero lo dijo, y lo sintió de verdad. No es de esas personas que dicen cosas, sólo por decirlas… es tan apasionado y tan sincero, tan genuino, por eso lo quise tantísimo; jamás dijo algo sin haberlo sentido así.
Siempre me antepuso, prefirió mi estabilidad a la de él, jamás fue egoísta y siempre fui su Primero… aunque siempre coincidimos que no éramos prioridad el uno del otro; ser su novio no era comparable a la escuela o familia, era diferente- para no ser preferente del noviazgo.
Después de un tiempo, pasamos de querernos, a amarnos… y ríanse de mí, no me importa, ¡lo amé! como a ningún otro, como jamás me he sentido; era una fuerza tan increíble – me permitió, por un breve lapso de tiempo, ser enteramente feliz.
Era noviembre, mi cumpleaños se acercaba lentamente- tenía novio, al cual amaba y estoy seguro él igual, siempre lo demostró; tenía todo prácticamente… pero las cosas ya no andaban bien, nos dimos cuenta que ese contacto físico ERA importante, que llamadas bobas a media noche no resolvían ese problema, que aunque teníamos toda la comunicación necesaria, no nos teníamos el uno al otro… contadas veces fueron las que estuvimos juntos, frente a frente… y excepcionalmente maravillosas, pero no bastaron…
¡¿Qué carajo nos ocurría?!
Y terminamos, sólo por que no nos veíamos… varias “reconciliaciones” después, terminamos… así.
El mundo se me vino encima, la depresión y las emociones me acecharon y me comieron entero, mis ojos ya no servían para llorar, y no quería llorar… pero lloré tanto, y por cualquier cosa que me recordaba a él, CUALQUIER COSA… me hundí.
Semanas después… ¿qué podía yo hacer? Nada… me resigné a no ser parte de él.
Poco a poco se me pasó, y me sentí bien; como que se me olvidó cómo terminamos y se me olvidó todo el llanto; más no se me olvidó ÉL. Todo el drama desapareció de mi vida y empecé a ser yo mismo, sin un novio…
En enero le llamé; me contó que ya andaba con alguien más… evidentemente me sentí miserable, pero lo dejé pasar – y se me pasó.
En ese mismo enero conocí a David. En agosto entré a la Universidad y todo volvió a iniciar, de Carlos sólo me quedaba un bonito recuerdo, muy bonito; no más odio ni más rencor después de haber terminado con él, no más llanto por él… todo era nuevo otra vez.
Una semana después de iniciar la Universidad, me reencontré con él – fue por mí a la Facultad, fuimos a tomar café al Starbucks ¬¬ y me llevó a mi casa. Platicando pensé que me pediría volver, casi un año después de habernos conocido, volver a intentarlo y ser felices y todo lo demás; me emocioné, nos abrazamos y por un segundo: ¡sí! Desee ser su novio otra vez… pero no ocurrió.
Casi a media noche, cuando ya debía entrar a casa (después de todo era día de escuela, no podía entrar tan tarde a casa) nos besamos, en la radio estaba In My Place, de Coldplay… fue mágico. Créanlo o no, lo fue – decir que fue mágico no es sólo un intento de enriquecer esto y que suene más romántico, de verdad fue mágico.
Un beso de despedida…
Después de eso me pidió perdón, perdón por todo lo que yo sufrí, perdón por lo que me hizo pensar, perdón por todo… nuevamente, me antepuso a mí; real, eso es lo que fue, no fue pura palabrería suya… –“Perdóname…”
En ese instante recordé que sí, que lo odié después de haber terminado, estaba tan ardido y enojado con él… –“Aaah, ¡sí! Te odié ^^“. Pero después de un año, ¿odiarlo? ¡¿Para qué?! Ya ni lo recordaba =D sólo en ese momento que me pidió perdón.
A la media noche se fue, y desde entonces no lo he visto; tuvimos uno que otro contacto después y me felicitó cuando mi cumpleaños… hemos tenido una relación post-noviazgo bastante cordial.
¿Volvería con él?
Absolutamente, pero ahora ya no está en mis planes, no lo extraño, no lo amo, no lo olvido… es ÉL; no descarto alguna remota posibilidad de intentarlo otra vez, pero no es un deseo mío.
Carlos, Carlos, Carlos – la persona a la que hasta ahora he querido más. No es un concurso para ver a quien quiero más; pero él, por sobre todas las cosas tiene ese puesto en mi vida y en mis recuerdos.
Te quiero tantísimo, Carlos Contreras…
6 Comentarios:
Aw *_*
Qué tierno ^^
La verdad... jamás he sentido algo así. He tenido un noviazgo y fue... digo, no fue así horrible, pero no sentí ni un cuarto de las emociones que tú.
Eres genial, cada día lo descubro nuevamente y hoy lo noté por darme cuenta de las emociones que eres capaz de sentir, por la forma en que te entregas a una relación, por la forma en que reconoces sin pena lo que sientes.
Se que tal vez no estemos hechos el uno para el otro... pero si conosco a alguien que sea la mitad de lo que eres tu podria ser feliz :D
hay ni;o, ps me gusto mucho tu post eh!!!! yo c que talvez no es algo muy bonito de recordar, por que siempre es dificil, pero lo bueno es que lo haces, por que eso ayuda a superar las cosas, y me alegro de que estes bien apesar de todo, y pues sbes qeu conmigo tienes un amigo con el que contar, chismear y demas, jeje y sorry por mi alcoholismo de la vez pasada, jeje, bye
Me encanta leerte, eres tan sincero, no buscas sinonimos tontos para expresarte mas propiamente, eres frio y muy incisivo... tal como lo somos todos, muy dentro de nosotros... como una paper-back novel the kind that drugstore sells... wow! supongo que todos tenemos un Carlos por ahi... el mio se llama Alex y es un gringo bobo y flaco en Atlanta... y supongo que por ser mas grande que tu tengo dos Carlos, el otro se llama Victor y vive en Madrid.
Maldita sea la distancia!
Felices fiestas,
Armando.
Vaya que cosas lee uno por aqui!!
Mira que corres con suerte, a mi me paso algo igual, pero el tonto me abandono =(
Pero bueno pasatela chido Beto
Atte. Arturo
PD. Pasas a mi blog XD
http://mantolunar.blogspot.com
Huolaz!!
Hey... en realidad sigo imprexionado kon esthe axunto del blog...(pudiera parexer ke nunka había leido uno) ... Sí.He leido varioz...pero ninguno komo esthe!Un chiko kazual-intelectual...ke komo he dicho...es genial!Y es verdad!Lo ke maz me agrada es la forma en ke tus pensamientos fluyen a travez de tus ideas!y los plazmas en esto ke kualkiera llamaría un lenguaje icónico...! Pero lo increíble es ke se transforma en un konjunto de emoxiones ke aunke esthan escritas...pueden sentirse!
HA! y no debo olvidar algo maz!! El lenguaje que utilizas para describir los hechos,las cirkunzthanxias es excepcional!woooO!!!
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